Con mucho dolor e indignación vemos en las noticias que periodistas de renombre de Ecuador han recibido sobres con explosivos, cuyo único objetivo era causarles daño a ellos y a sus compañeros de trabajo, ya que los mismos los recibieron en los medios de comunicación donde laboran.
Son periodistas muy reconocidos y con larga trayectoria que han sido muy frontales en criticar varias políticas de gobierno, índices de criminalidad, denunciar casos de corrupción, entre otros. Parece que en la actualidad Ecuador está bajo el régimen del miedo y el caos.
La libertad de expresión está en letras rojas, bañadas de sangre inocente, entre esa de decenas de niños y niñas que han muerto víctimas de balas perdidas en los casos de sicariato en nuestro país.
Es realmente algo insólito lo que está pasando. Lo que antes únicamente veíamos en las películas de acción en el cine, hoy tristemente es una terrible realidad, rebasó todo y ahora estamos viviendo en un país en el que el crimen está a la orden del día, y que en cualquier momento puede golpear nuestra puerta.
Queremos públicamente solidarizarnos con nuestros amigos periodistas que recibieron estos artefactos explosivos.
Alzamos nuestra voz para que las autoridades pongan realmente freno a esta ola de: secuestros, asesinatos, sicariatos, femicidos, atentados, en fin la lista es larga.
Gracias a nuestro GPT Chat (siendo la primera vez que lo utilizo, y me pareció fantástico) le pedí que me ayudara con las posibles acciones que los periodistas pueden realizar el momento de recibir algún sobre de extraña procedencia. Esto fue lo que me supo indicar.
Si un periodista recibe un sobre bomba, es importante que actúe de inmediato para protegerse a sí mismo y a los que le rodean.
Medidas que los periodistas pueden tomar para mantenerse a salvo en una situación así:
- Abandonar la zona: Si se descubre el sobre bomba en un lugar de trabajo o en una zona pública, el periodista debe evacuar el lugar inmediatamente y pedir ayuda.
- Alertar a las autoridades: Una vez fuera, el periodista debe llamar al 911 o a la brigada antibombas local e informarles de la ubicación del sobre bomba. También deben dar tantos detalles como sea posible sobre el sobre, como su aspecto y cualquier marca o escrito sospechoso en él.
- Evitar manipular el sobre: El periodista no debe intentar mover o manipular el sobre bomba de ninguna manera, ya que esto podría activar la bomba y causar daños.
- Siga las instrucciones: Si las autoridades dan instrucciones específicas para mantenerse a salvo, el periodista debe seguirlas cuidadosamente y sin dudar.
- Buscar atención médica: Si el periodista ha sufrido algún tipo de lesión, debe buscar atención médica inmediatamente.
También es importante que los periodistas cuenten de antemano con un plan de seguridad. Esto puede incluir formación sobre cómo identificar paquetes sospechosos y qué hacer si se encuentran con uno. Además, los periodistas pueden tomar medidas para proteger su información personal y evitar publicar material controvertido o delicado que pueda ponerles en peligro.
Esta información es muy valiosa y nos permite identificar los posibles canales de proceder de los periodistas, a fin de no verse inmersos en una situación muy peligrosa que puede atentar su vida y la de sus compañeros.
Algunos ejemplos en el mundo de sobres bomba
Por desgracia, se han dado casos de periodistas que han recibido sobres bomba. He aquí algunos ejemplos
- En 2018, las oficinas de CNN en Nueva York recibieron un paquete bomba que iba dirigido al exdirector de la CIA John Brennan. El paquete contenía un artefacto explosivo y también se enviaron varios más a destacados demócratas.
- En 2014, se envió un sobre bomba a las oficinas de Glasgow del periódico escocés The Herald. El edificio fue evacuado y expertos en desactivación de explosivos llevaron a cabo una explosión controlada.
- En 2011, se envió un paquete con un pequeño artefacto explosivo a las oficinas de The Times of Malta. El artefacto fue desactivado por expertos en desactivación de bombas, y la policía inició una investigación.
- En 2008, una carta que contenía un polvo sospechoso y una nota amenazadora fue enviada a la oficina de un locutor de radio en Denver, Colorado. El edificio fue evacuado y posteriormente se descubrió que el polvo era inofensivo.
En cada uno de estos casos, los destinatarios tomaron medidas inmediatas para garantizar su seguridad y la de los demás. Se pusieron en contacto con las autoridades, evacuaron el edificio y siguieron cuidadosamente las instrucciones.
Aunque estos incidentes son preocupantes, es importante recordar que son poco frecuentes y que los periodistas pueden tomar medidas para protegerse y minimizar el riesgo.
Sinceramente esperamos que en Ecuador esta ola de criminalidad no siga.
Pedimos que exista un accionar de las autoridades inmediato y drástico, que permita sacar de las calles a criminales y personas que lo único que quieren es amedrantar y callar a periodistas que cumplen su labor de informar a la sociedad todos los días.
#Ecuadorquiereviviren paz